ANFIBIOS

Los anfibios fueron los primeros vertebrados que hace millones de años dieron el paso para salir del agua y conquistar el medio terrestre. Precisamente a esta dualidad hace referencia su nombre: anfi-doble, bios-vida. De aquellas diversas y primitivas formas hoy solo sobreviven algunos parientes algo lejanos, divididos en tres grandes grupos: las salamandras (Urodela) ausentes en nuestro país, las cecilias (Apoda) con pocos representantes en Argentina y, por último, las ranas y los sapos (Anura) que son los más difundidos y conocidos.

Los anfibios vivientes tienen como principal particularidad su modo de vida, el cual, salvo excepciones, se encuentra dividido en dos fases bien diferenciadas. Las etapas más tempranas (huevo y diferentes estadios larvales) transcurren dentro del agua. Los  renacuajos o larvas tienen el cuerpo ovalado, una cola para nadar, respiran por medio de branquias y llevan un modo de vida similar al de los peces. De esta manera, nos encontramos frente al único grupo de vertebrados terrestres con larvas de vida libre, las cuales se mantienen como tal hasta la metamorfosis, donde tienen lugar una serie de cambios en la anatomía y fisiología de la larva, que la llevan a transformarse en un juvenil listo para vivir en el ambiente terrestre hasta su madurez y volver al agua durante la reproducción.

Aun habitando ambientes terrestres, los juveniles y adultos poseen una piel que necesita estar siempre húmeda y que la utilizan para respirar (además de los pulmones). Por lo tanto, incluso en esta etapa de la vida, dependen del agua o de ambientes muy húmedos para sobrevivir. Son animales de sangre fría, es decir, que no tienen la capacidad para generar su propio calor corporal y por eso la temperatura del cuerpo varía según el medio que los rodea. A grandes rasgos, aquí es donde terminan las similitudes entre todos los anfibios, pero cada uno de los tres grupos mencionados anteriormente tiene sus características particulares.

Los Urodelos, mejor conocidos como salamandras, no habitan nuestro país. Tienen cuatro patas y una cola, lo cual los hace muy parecidos a pequeñas lagartijas, aunque con una piel desnuda, lisa y suave. Tienen una gran variedad de tamaños y de hábitos, encontrándose en este grupo los anfibios actuales de mayor tamaño, como las salamandras gigantes  (familia Cryptobranchidae) de China, Japón y Estados Unidos, que pueden llegar a medir hasta 1,5 m.

Los Apodos, conocidos comúnmente como cecilias, son animales muy particulares. No tienen patas y, por eso, muchas veces se los confunde con serpientes o anguilas. Viven enterrados o escondidos en la vegetación muerta del suelo y en lugares inundados o con mucha humedad. Al igual que la mayoría de los anfibios, son de hábitos nocturnos. En Argentina habitan sólo cuatro especies de cecilias, en su mayoría en el norte del país, salvo la especie Chtonerpeton indistinctum, que tiene una distribución más amplia, la cual se extiende hasta las costas del Río de La Plata, en la provincia de Buenos Aires.

Las  ranas y sapos pertenecen al grupo de los Anuros y son el grupo mejor representado en  nuestro país. De hecho, de las 175 especies de anfibios citadas para Argentina, 171 son anuros. Los adultos tienen cuatro patas y no poseen cola (de ahí su nombre, A-sin, uro-cola). Pierden esta cola al finalizar la metamorfosis. La mayoría de las especies sale de sus refugios durante la noche a reproducirse o a alimentarse. Los machos tienen la capacidad de emitir cantos para atraer a las hembras en épocas reproductivas. Los picos reproductivos se dan en épocas con noches calurosas y principalmente después de lluvias fuertes. En los cuerpos de agua (charcas, lagunas, bañados, etc.) llegan a congregarse varios individuos de una misma especie formando los coros reproductivos, y también varias especies en un mismo lugar, lo que se denomina ensamble. Los anuros se alimentan de insectos, arañas, caracoles, gusanos e incluso ratones, aves y otros anfibios. Esto los describe como organismos con un rol ecológico sumamente importante ya que controlan poblaciones de una amplia variedad de plagas.

Pablo Saibene
Estudiante de la Fac. de Cs. Naturales y Museo de La Plata.

Gabriela Agostini
CIMA. Centro de Investigaciones del Medio Ambiente.
Fac. de Cs. Exactas Universidad Nacional de La Plata.
Anfibios Pampeanos Página Web.

LISTA DE ESPECIES

  1. Escuercito Común (Odontophrynus americanus)
  2. Escuerzo (Ceratophrys ornata)
  3. Ranita Boyadora Enana (Pseudis minutus)
  4. Rana Criolla (Leptodactylus latrans)
  5. Rana de Bigotes (Leptodactylus mystacinus)
  6. Rana Rayada (Leptodactylus gracilis)
  7. Ranita de Punta Lara (Scinax berthae)
  8. Ranita de Vientre Punteado (Leptodactylus podicipinus)
  9. Ranita del Zarzal (Hypsiboas pulchellus)
  10. Ranita Enana Común (Pseudopaludicola falcipes)
  11. Ranita Hocicuda (Scinax squalirostris)
  12. Ranita Llorona (Physalaemus biligonigerus)
  13. Ranita Roncadora (Scinax granulatus)
  14. Ranita Trepadora (Scinax nasicus)
  15. Ranita Trepadora Enana (Dendropsophus nanus)
  16. Ranita Trepadora Enana (Dendropsophus samborni)
  17. Sapito Panza Amarilla (Rhinella major)
  18. Sapo Cavador (Rhinella fernandezae)
  19. Sapo Común (Rhinella arenarum)
  20. Urnero (Leptodactylus latinasus)

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